viernes, 27 de enero de 2017

Bienvenidos. Racionalismo y las dos D: Dios y Descartes.

Bienvenidos al curso de verano de Psicología y Comunicación. A través de esta página sumaremos materiales para trabajar en el práctico de los martes y jueves, a cargo de María Marta Villalba y Germán Serain. Como saben se trata de un curso intensivo, de manera que recomendamos fervientemente que se mantengan al día con los contenidos. También recomendamos la asistencia a los teóricos, los días lunes de 19 a 21. La entrada es libre (o más bien: necesaria) y gratuita.

Los primeros materiales de lectura que ofrecemos se relacionan con el racionalismo cartesiano. Para ello ustedes tienen que leer las Meditaciones metafísicas de René Descartes (1641) como texto principal. Adicionalmente trabajaremos la Primera Parte del Discurso del método (1637) y un texto del anarquista francés Sebastién Fauré: las Doce pruebas de la inexistencia de Dios (1926). 

Sumamos además dos videos que nos ayudarán a comenzar a pensar en algunas cosas. El primero tiene escenas de un clásico de Woody Allen (Hanna y sus hermanas) y nos lleva a preguntarnos en qué medida creer en algo puede ser el resultado de un acto de voluntad. El segundo nos remite en cierto modo a los dioses de la antigüedad clásica, que se caracterizan por ser poderosos, pero también pasibles de ser dominados por las miserias propias de lo humano, tales como las pasiones, las contradicciones, e incluso la posibilidad del error. También podríamos pensar en aquel texto de Mario Benedetti que se compadece por la soledad de Dios... Los dioses en teoría no se psicoanalizan, pero...






Les dejamos finalmente una pregunta para que respondan en los comentarios de esta entrada: digamos que todos creemos en algo. Y que cada quien tendrá una concepción personal respecto de eso que algunos llaman Dios. La pregunta es: ¿Qué sucede si en realidad Dios termina siendo algo diferente de lo que vos creés que es? La pregunta aplica igualmente a quien se declare ateo, puesto que creer que no hay ningún dios también es en definitiva una creencia. ¿Qué pasa si creés que no hay... y resulta que sí? Como dice Chacho Echenique: "Me persigno por si acaso, no sea que Dios exista..." Y lo podremos acusar de cualquier cosa, menos de no ser prudente.


7 comentarios:

  1. Respecto a la pregunta final, como soy agnóstico, si llegara a pasar que, post muerte, me encontrara en el paraíso listo para afrontar el juicio final contra mi deidad creadora, le diría: "no puedo ser juzgado por haber sido escéptico y no haber creído, nunca me diste suficiente evidencia de tu existencia. Y para colmo, como si la escasa evidencia no fuese suficiente, hiciste que todos los que creían en las diferentes versiones de vos esgriman argumentos muy poco convincentes"

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  2. ¿Qué sucede si en realidad Dios termina siendo algo diferente de lo que vos creés que es? Dándole un tinte lúdico a la pregunta respondo; en el "debate" de Dios Si, Dios No en lo primero que pienso en pobres los hinchas de fútbol, los jugadores, los técnicos, los periodistas y cualquier cantidad de gente que se persigna antes, durante y después de un partido de fútbol ilusionándose con que algo/alguien los va a ayudar desde algún lugar (No voy a mentir, yo soy uno de ellos, es inevitable).

    Yo creo que pensar/hablar en/de Dios es como responder la pregunta de ¿quién soy yo? En cierta forma, la respuesta es muy subjetiva. Las religiones pueden ser un librito, un camino para llegar a... y todas exponen tener LA verdad. Sin embargo, Dios (aunque uno crea o no) es lo que uno quiere que sea, una representación ideal. Es más, hasta quizás Dios no es una "persona" sino que es un "estado del alma".

    Y para responder puntualmente la pregunta... si no llega a ser lo que creo que es... tal como el compañero de arriba, tendré que ser juzgado por mis actitudes terrenales y por las leyes "divinas".

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  3. Los seres humanos tenemos la tendencia de creer en algo, sea este algo Dios, porque nos ayuda a seguir adelante. Sin embargo, yo considero que nunca se puede estar seguro de todo. Las cosas suceden porque nosotros movemos ciertas fichas en ese sentido, y en otros casos, la suerte nos ayuda. Esa suerte se puede llamar Dios? Nunca lo sabremos.

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  4. Creo que siempre tenemos la necesidad de creer en algo aunque no seamos religiosos, es una necesidad,poner en otro la responsabilidad de las cosas que necesitamos, particularmente creo en las energías somos seres de luz, en mi lauburu símbolo vasco

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  5. El tema tal vez es pensar ¿por qué creemos (en lo que sea)? No se si se puede escapar de las abstracciones, Dios es una de ellas. Hoy justo leí muchos comentarios sobre lo "injusto que fue Dios al llevarse a Lautaro" (el niño que esperaba un corazón) en el otro extremo, que "Dios eligió llevárselo a él para que esté mejor", otros como he leído en casos similares proponen que "ahí está TU Dios" o "si Dios existiera, esto no habría pasado" El tema es claramente sensible, pero ilustra en parte cómo determinados atributos: buenos/malos, de misericordia/injusticia, se reúnen en una misma entidad, y si es todo, también puede ser nada (y si es nada, es ALGO). ¿Entonces?

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  6. Juan Cruz Ammirato2 de febrero de 2017, 13:47

    Coincido generalmente con los comentarios que he leído. Uno como ser humano siempre tiene la tendencia a aferrarse a una ilusión o a creer en algo. Pero nosotros con nuestras acciones somos los que tratamos de dirigir la suerte hacia un lado o hacia otro.

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  7. Pienso que muchas veces creemos en algo principalmete por temor...temor a que vaya a pasar con nosotros cuando ya no seamos dueños de nuestro cuerpo físico y si se quiere o piensa, lo que pasaría con nuestro espiritu. Es el caso de las religiones, pues siguen manteniendo su dominio a través del discurso de la penitencia y el temor a ella si no se siguen las reglas que profesan. En el caso de aquellos que creen en la ciencia, tratan de dar explicaciones llámese lógicas o científicas a los sucesos por el mismo temor al desconocimiento y falta de dominio a aquello que no se pueda explicar.

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