jueves, 16 de febrero de 2017

Máscaras, disfraces y desnudos



Las máscaras, los disfraces, sirven tanto para ocultar como para mostrar. A veces operan estas dos acciones de manera simultánea. En algunos casos estas máscaras enfatizan determinados aspectos de una personalidad que es nuestra, al mismo tiempo que nos sirven para tomar distancia de nosotros mismos. A veces las máscaras sirven también como una coraza, al robarle al otro lo que de otro modo nos dejaría expuestos a su mirada. O bien, al ser el personaje quien debe hacerse cargo, el disfraz nos ofrece la impunidad que garantiza todo corrimiento identitario.




Curiosamente, la máscara y el disfraz también se relacionan con la desnudez. Más de una vez les habrá pasado: soñar que andan desnudos por el mundo, y tal vez haber sentido vergüenza por eso... (En realidad no estoy desnudo -diría Descartes- pues se trata sólo de un sueño; pero la vergüenza que siento, curiosamente, ella sí es real, es legítima, e incluso me demuestra que existo). En el análisis psicoanalítico, soñar que se está desnudo suele ser interpretado como una manifestación de un sentimiento de indefensión, de saberse expuesto y desarmado. Porque la desnudez es eso: estar desarmado ante la mirada del otro. Aunque no en todos los casos funciona así, porque para algunas personas animarse a estar desnudo, mostrándose, puede funcionar también como una reafirmación. Algo así como decir: "Yo me animo a algo a lo cual vos no te animás; allí donde vos te sentís indefenso o cohibido, yo hago de la desnudez una fortaleza."




Spencer Tunick es un fotógrafo. En mi opinión, y la de muchos otros, también es un artista. Pero fundamentalmente, para muchísimas personas, es un nombre que representa una excusa. Tunick fotografía personas desnudas. Por lo general, multitudes desnudas, en contextos urbanos en los cuales un desnudo es algo que escapa de lo normal. Si buscan el nombre de este fotógrafo en Internet, en la opción de buscar imágenes de Google o Yahoo, podrán ver algunos de sus trabajos. También pueden visitar su página web. Miren sus fotos. O vean estos videos, que comentan la experiencia realizada en México. Presten atención, sobre todo, a las declaraciones de los participantes.

Alguna vez Tunick también estuvo en Buenos Aires. Pero me parece que la cobertura de los medios mexicanos fue mejor.


La desnudez claramente guarda una íntima relación con el tema de la mirada de los demás. En un mundo donde todos fuésemos ciegos, la desnudez tendría un significado diferente. Podríamos pensarlo también en función de la cosmogonía cristiana: el pecado original supone una relación directa con la desobediencia, atada a su vez al conocimiento (el pecado fue comer el fruto del árbol prohibido, el de la sabiduría, a partir de lo cual el hombre supo que estaba desnudo; pérdida de la inocencia por partida doble: por la desobediencia en sí misma y porque a partir de ella conoció lo que antes inocentemente desconocía). La primera evidencia fue el saberse desnudos ante la mirada del Gran Otro, y sentir vergüenza por ello. Curiosamente, perdida la inocencia, la rebelión pasará a estar representada, en la misma cultura, ya no por cubrirse, sino por poder exhibirse sin pudor. Tal vez, porque del mismo modo que en su momento el conocimiento fue poder (conozco que estoy desnudo), también la superación del pudor es una demostración de fuerza.

3 comentarios:

  1. Comparto un fragmento de una de las películas que tengo como colección. Se llama V de Venganza. Y en esos pocos minutos hay un frase que siempre me ha gustado, que dice, detrás de esta máscara además de carne, hay una idea. Y las ideas son a pruebas de balas, para también asociarlo a esta cuestión de las ideas y las sensaciones que plantea Gregory Bateson cuando afirma que la exixtencia se define por esas extensiones del cuerpo que no son sólo la piel, sino las ideas y cómo estás funcionan de manera comunicacional.

    https://www.youtube.com/watch?v=RzVNd6KtiMg

    ResponderEliminar
  2. Me gusta más la idea que el fragmento. Digo: como metáfora está bien. Pero como historia es algo inverosímil, ¿no?

    ResponderEliminar
  3. Como historia no es inverosímil si uno lo piensa desde la perspectiva de que más allá de ese momento llamado "muerte", cuando dejas de hacer parte de la materialidad orgánica, pasas a la materialidad de la representación. Es decir, vos fuiste carne como ser humano en un cuerpo biológico, pero a pesar de tu muerte, no termina tu existencia. Vives porque dejaste huella. Porque cumpliste un rol, un papel. Y esa "idea" perdura. No necesariamente tienes que ser famoso para que las almas tocadas hayan sido las necesarias para recordarte. Sólo con que alguien a pesar de tu "ya no estás", te recuerde, ya sos una idea.

    ResponderEliminar